Es rolling-release;
Instalas una vez, y no vuelves a instalar (si no quieres), y es que el hecho de estar instalando cada 6 meses termina siendo un coñazo...
Está a la última (bleeding edge);
Todos los paquetes están en su última versión, en cuanto salen, a los pocos días, están en los repositorios
Es simple;
Mantiene la filosofía KISS (Keep It Simple, Stupid) y se nota.
La instalación puede parecer complicada, sobre todo desde que no hay menú para ello, pero una vez comprendes qué estás haciendo, la instalación y el mantenimiento pasan a ser triviales
La mayoría de distros te hacen la vida más fácil, Arch no, pero ese es precisamente un encanto y no un problema; aprendes, aunque sea a cabezazos contra el monitor...
Es desde cero (from-scratch);
Siendo una distro en la que instalas desde cero, la personalización de tu sistema se convierte en prácticamente única y distinta a todas las demás, instalas sólo lo que tú quieres
Es ligera;
Consecuencia de lo anterior, como sólo instalas lo que quieres, no hay más paquetes de los necesarios y no se arrancan más servicios de la cuenta
Es muy configurable;
También es consecuencia de lo anterior, al ser una instalación desde cero, tú eliges y tú configuras todo!
Es estable;
Está claro que hay otras distros más estables, y al ser rolling y contar con el último software, algún problemilla sale de vez en cuando, pero no es nada que no se solucione en un par de días con una corrección o tocando algo a mano
Y sobre todo; me gusta!